1. Extracción completa de cannabinoides
La regulación de tempetarura de los vaporizadores es clave para conservar la mayoría de los cannabinoides que se pierden en la combustión.
2. No produce sustancias cancerígenas
Vaporizar libera las propiedades del cannabis sin producir alquitrán o monóxido de carbono, sustancias cangerígenas propias de la combustión.
3. Fácil de dosificar
Las cámaras donde se coloca el cannabis en los vapos son de 0.2 hasta 0.5 gr de capacidad, por lo que es fácil dosificar y ser responsable en el consumo.
4. Discreción durante consumo
No solo el olor y el vapor visible es inferior al de la combustión, además el acto de "vapear" es distinto al de "fumar", nadie en la calle se dará cuenta.
5. Residuos del vaporizador
Si fumar deja cenizas, vapear deja ABV (already been vaped). El ABV es hierba descarboxilada con todas sus propiedades activas, se puede cocinar o hacer aceites.